viernes, 2 de diciembre de 2011

Los gatos...

Los gatos no están hechos de carne y hueso, sino de estrellas en polvo y medias lunas. Se contonean con cola de mástil, la cabeza bien erguida, y cruzan océanos de asfalto para conquistar nuevos mundos.

Los gatos se hacen dueños de cualquier territorio que pisan, incluido los que antes te pertenecían, que inmediatamente dejarán de ser tuyos. …A veces, se frotan mimosos en tus piernas, maullándote quejas y piropos, como si tú fueras culpable de la lluvia o del frío, de las cosas que pasan en el mundo, y zalameros, intentasen que se las solucionaras.

Otras, saltan sobre ti y se enroscan confiados en tu regazo, convirtiéndose en ensaimadas o símbolos de infinito. Duermen con dulzura de bebe y sueñan con hambre de poeta maldito. Y así se pasan media vida. Ya despiertos, se balancean entre los dos extremos, juntándolos con punzada e hilo.

Cuando te confíen su sueño y se acurruquen sobre tus rodillas, debes quedarte quieto, sin respirar apenas, orgulloso de ese honor tan efímero como todo lo bello. Y enseguida, estarán ya saltando a un lugar más alto y tranquilo. Puedes entonces, estirarte, volver a la realidad con un suspiro sordo y contemplarles desde una cierta distancia, recordando que el ciego Borges, cuando notaba que uno de sus gatos se enroscaba en su regazo, se quedaba inmóvil para no importunarle, y sentir de cerca, la caricia cálida de los dioses.

Los gatos se hacen querer. Se respetan, se limpian y cuidan para presentarse ante ti, con toda su suavidad de pantera., dos horas después de que los llames. Se afirman ellos antes de llegar a ti, pues es esa la única forma que comprenden que se pueda llegar hasta alguien. Se van de la misma forma, con su abrigo de pelo alrededor del cuello y un maullido silencioso a modo de último beso. Cuando se dejan coger y templan su nervio un instante, te preguntas cómo puede ser la independencia tan dependiente. Enseguida aprendes que son como son, y más vale que no les cambies.
El amor de gato no se exige, sabes que se irá y vendrá de nuevo según capricho, propina o apetencia del momento. Es marea regida por la luna. Hay belleza y verdad en estos gatos, que tanto mienten.

Nadie en su sano juicio intenta vestirlos o dominarlos con collares de púas. Y es que hay fuerzas que no pueden ser dominadas, que siempre vencen. No intentes encerrarles ni sacarles de paseo cuando quieras tú estirar las piernas. Pero ya puedes dejarles una ventana abierta, mejor claraboya que gatera, para que se escapen de tu lado por la noche, y caminen con magia de acróbata por viejos tejados, siguiendo sombra de lunas, cazando estrellas.

Los gatos son pisadas de almohadilla y ronroneo, maullidos y garras, presencia y sombra. Tú aprendes a disfrutar de ambas, a unir extremos. Y así, ya puedes dormir, sin comprobar cien veces que la ventana no se ha cerrado del todo, por si les da por volver, que fría es la noche. Y cuando aparecen, rostro demacrado y arañazos en el cuello, les preparas comida, les acaricias hasta que duermen su sueño indefenso y entregado, mientras, tú mismo bajas los párpados e imaginas horizontes y océanos en una ciudad en silencio. De repente, esos seres minúsculos empiezan a vibrar con la fuerza telúrica del fondo de la tierra y sientes un universo mágico conectado con tus manos.

Andrey Bacon

2 comentarios:

  1. Oh pequeño
    emperador sin orbe,
    conquistador sin patria,
    mínimo tigre de salón, nupcial
    sultán del cielo
    de las tejas eróticas,
    el viento del amor
    en la intemperie
    reclamas
    cuando pasas
    y posas
    cuatro pies delicados
    en el suelo,
    oliendo,
    desconfiando
    de todo lo terrestre,
    porque todo
    es inmundo
    para el inmaculado pie del gato.
    (oda al gato,Pablo Neruda)

    Precioso lo que has puesto de los gatos....me encantan tu lo sabes...mi Rufo forma parte de nuestra familia.

    Un beso muy fuerte amiga...veo que te has comido la luna de Diciembre...bueno, tómala como si fuera un pastel de Navidad.
    Te quiero.

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  2. No me he comido esta luna, es sólo que no me dejaba publicarla...he tenido que cambiar el navegador...
    Bueno, que yo también te quiero

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