miércoles, 20 de enero de 2010

Llega…el tigre ¡grrrrrr!

A mediados de Febrero comienza el año nuevo chino. Las celebraciones comenzarán el día 14 y continuarán hasta el día 28. Esta vez empezará el año del tigre.

Algunas de sus características son: fortaleza, independencia, orgullo y valor.
















Dicen los que saben de esto que en el año del tigre comienza un ciclo favorable para las actividades relacionadas con la comunicación, la infancia, los movimientos y los cambios. (¡Esto me interesa bastante!).

También he leído que el tigre es un signo cálido, cariñoso, independiente y divertido. Carismático y mágico.

Yo tengo en casa cinco tigretonas y puedo confirmar esta teoría.

He encontrado esta historia, que debe ser de hace tiempo, y como me ha gustado, os la cuento aquí:

En un zoo de Tailandia una tigresa llamada Sai Mai tuvo a sus cachorros, pero nacieron prematuramente y fueron muriendo a los pocos días.

Aunque la tigresa parecía físicamente bien, entró en una depresión, y la pobre ni quería comer, ni pasear, ni nada de nada. Todo el día triste, con esos ojazos amarillos perdidos en el horizonte…(esto es de mi cosecha, pero es para que os imaginéis la tragedia del pobre animal…)
Los veterinarios, muy listos ellos, pensaron que si sustituían a sus cachorros muertos por los de otra madre, mejoraría.

Buscaron incansables en otros zoológicos, a lo largo y ancho de Tailandia, por todos los rincones, pero no encontraron cachorros de tigre huérfanos.

Sólo encontraron una camada de cerditos sonrosados que también habían perdido a su madre.

Entonces los disfrazaron (bastante frikis por cierto) envolviéndolos en piel de tigresa (supongo que artificial, porque no se debe desvestir un santo para vestir otro) y se los acercaron.










Esto es lo que pasó:

Los amamantó y crío hasta que pudieron valerse por sí mismos. El instinto maternal fue superior a todo. Se le pasó la depresión, sus ojos volvieron a brillar y les quiso tanto que se aguantó las ganas de comérselos.























(¡ya les vale el lacito rojo que le han puesto a ese...!! ¿será la última moda tailandesa?)

Feliz año del tigre, y que éste nos traiga la fortaleza de este bellísimo animal.

5 comentarios:

  1. Pues siiii es el año del tigre, yo en casa tengo una tigresa...mi hija Tamara...y confirmo lo de fortaleza, independencia, orgullo y valor pues es lo que la define.
    Ojalá este año nos depare cosas muy buenos o por los menos nos acerque mucho mucho a nuestro sueño.
    Un beso muy fuerte.
    Mary-Carmen.

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  2. ¡Ojalá este año sea vuestro año, o quien sabe, a lo mejor es el año en el que nacerá vuest@ hij@!
    un abrazo
    mar

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  3. Por muy cruel que sea el destino el amor infinito de una madre por sus bebés, no desaparece jamás. Esta preciosa tigresa hizo bien en aferrarse a ese amor y a su deseo de ser madre. Cada hijo ocupa un lugar en el corazón, y ninguno puede reemplazar a los que se fueron, pero yo sé que al mirarlos ella no ve unos cerditos con abrigo de pieles. Ve simplemente a sus hijos. Una madre cuando mira a sus hijos, no los ve; ni guapos, ni feos; ni tigres, ni cerditos; ni españoles, ni chinos. Ve su alma y en cada una de ellas, se refleja la suya propia, porque se han gestasdo en su corazón.
    ¡¡¡Preciosa historia!!!
    Feliz Año del Tigre lleno de fortaleza, y cambios favorables en la infancia.
    Trescientos besos X 9

    PD.: ¿ya no cuentas al gatito rubio? yo le sigo mandando besitos aunque mi preferida es Juliet.

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  4. Mary Carmen: tu tigresa Tamara es guapísima, todavía estoy boquiabierta de ver las fotos que me mandaste en las que está con Rufo...no he tenido tiempo de contestarte a ese correo, a ver si esta tarde te escribo.

    Mar: yo también he pensado que a lo mejor mi niñ@ es tigreton/a, aunque ya a estas alturas de la espera...me da igual que sea Cerdito o Perro o Buey. Veremos lo que sale de una Dragona (yo) y un Caballo (M)

    Lola: la de Sai Mai es una historia de adopción, parecida a las nuestras, por eso la he puesto aqui.
    Trescientos besos x 4
    (el gatito rubio sigue viniendo a desayunar casi todos los días, ahora mismo le tengo en la cocina, pero no quiere quedarse, es un ser libre...se parece un poco al que tengo aqui en la columna de la derecha)

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  5. Ay yán que ternura de fotografías !!

    lo del lacito rojo...sin comentarios. Pero queda patente que el amor es incondicional y no entiende de colores ni de razas. El amor es amor, y el amor de una madre, es el amor más grande del mundo. Sin fronteras. Sin límites.

    Un besito y a ver si el año del tigre (por si sirve de algo me apasionan los tigretones de pastelitos...) nos trae vientos favorables...

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