miércoles, 25 de noviembre de 2009

Hermetismo.

Nadie sabe lo que pasa con las asignaciones.

El 10 de Noviembre, alguien a quien tengo mucho afecto y que brilla con luz propia, dijo que estaban asignados los días que quedaban para finalizar Marzo de 2006.
La hicieron callar.

Después de esto, se han desatado todo tipo de rumores, algunos catastrofistas.

Nuestra ECAI publica que lo más probable es que no haya asignaciones en este mes de Noviembre que ya se nos va.
Hay quien dice que este retraso es por el cambio de Director del CCAA (de Mr. Lu hemos pasado a Mr. Zhang).
He leído incluso que este retraso es porque el CCAA tiene que poner al día sus asuntos fiscales. (¿…?)

No sabemos lo que está pasando. No sabemos lo que va a pasar.
Siempre he respetado el mutismo del CCAA. Siempre he considerado la discreción como una virtud.

Pero, ahora, pienso que esa discreción está favoreciendo un caldo de cultivo insano y destructor, como ácido que nos gasta y nos corroe a todos.
Busco protección. Intento no entrar en los foros, no leer las barbaridades que se comentan. No lo consigo, me lo leo todo, me lo trago todo y luego…ya no veo bien lo que escriben porque se me ponen los ojos llorosos.

Es la semilla de la desesperanza, de la desilusión, que unos cuantos se apresuran a sembrar en los que estamos cansados, porque aquí echa raíces, crea el desconcierto y provoca un sabor amargo y un dolor terrible.

Somos solicitantes, y no tenemos porqué pedir cuentas a quien no nos ha prometido nada. Quizá, sí deberíamos pedir cuentas a nuestras propias administraciones, por las enormes dificultades que se plantean en algunas comunidades a la hora de renovar una idoneidad que siempre está pendiente de nuestras cabezas, como una espada de Damocles. Por el rechazo de asignaciones. ¿Cómo puede una familia asimilar que, después de años de espera, te digan que la criatura que te han asignado no es la idónea porque corresponde a un tramo de edad distinto al que pone en el papel? ¿Es que no tienen sangre en las venas?

Cada uno buscamos pasar este trago como podemos. Yo incluso he empezado a hacer un poco de deporte (nunca me ha gustado). Y a cocinar una enorme cazuela de Ragut que M. y yo nunca podemos terminar de comer y que guardo después durante días en una tartera en la nevera. Me he cambiado el color del pelo con un tinte casero y se me ha quedado verdoso. Y ayer me dio por limpiar el cuarto de baño y hoy tengo unas agujetas de campeonato. Cosas para pasar el rato. Para entretener a los pensamientos negros. Cosas inútiles, que se disfrazan de necesarias cuando sabes que no depende de ti, que no hay nada que hacer más que seguir esperando.

Tengo miedo. Sigo volando, porque desde niña me enseñaron a luchar, y eso quedó grabado a fuego, junto con alguna cosa más. Pero tengo miedo.

Perdóname Lee. Porque últimamente pienso, muchas veces, que no te llegaré a conocer.

Perdóname si en algún momento tardo mas de la cuenta en arrancar de mí esas malas yerbas que me atrapan y me enredan y no me dejan soñar.

Perdóname si a veces imagino el futuro y no cuento contigo porque me hace daño.

Perdóname, porque lleno la que será tu habitación de trastos, que no tienen nada que ver contigo, y dejo que se llenen de polvo.

Hoy sólo puedo pedirte perdón. Mañana, quizá invente un cuento feliz para ti, lleno de flores y hadas y reyes magos y golondrinas que nunca se cansan de volar.
Y le pediremos a la luna llena, con nuestras manos alrededor de la misma vela roja de siempre, que te traiga pronto.

Pero hoy…la luna es sólo una rodaja de melón, y yo voy a ver si me sueno los mocos, cojo la escalera y termino de limpiar el baño.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Un poco de intimidad.

He tomado la decisión de privatizar este Blog.
Es una opción más tranquila para mí.

La única diferencia es que para acceder tendréis que poner vuestra dirección de correo para que el servidor os reconozca.
Es como ir a casa de un amigo y llamar a la puerta antes de entrar.

En breve os enviaré la invitación, aunque necesito vuestra dirección de correo para daros de alta. Creo que las tengo casi todas, pero por si acaso, podéis dejármela en los comentarios de esta entrada.

Si no os apetece, no importa. Quizá nos volvamos a ver, o quizá no. Gracias por este tiempo compartido.

martes, 17 de noviembre de 2009

Preguntas, respuestas y señales.

Quiero hablar de algo que me ha pasado a veces. Varias veces en este último año.
He tenido momentos que he estado muy triste. No sólo porque la espera de nuestr@ hij@ parece no tener fin, sino por otras razones que son largas y demasiado penosas para explicarlas aquí.

Hace unos días, más o menos coincidiendo con la última luna llena, tuve un bajón de los importantes. Dudas, miedo. Enfado incluso.



Encontré esta rosa de los vientos, que me gusta bastante, y pensé en colocarla aquí, como un amuleto para que me orientara. Pensé: “quizá todo esto no es más que una cabezonería. Los años pasan, y me he quedado enganchada de una ilusión que quizá no se vea realizada jamás. Quizá deberíamos cambiar el rumbo. Estoy tan cansada que no me quedan fuerzas. Ojala alguien me diera una señal, una respuesta.”

Pasan unos días, trato de no agobiarme, pero tengo ratos que pienso que no puedo más.

Y entonces, llega una respuesta. O una señal.

Yo no soy creyente, no practico ni comulgo con ninguna religión, no sigo preceptos impuestos por nadie, y respeto a quien piensa o siente distinto. Me doy a mi misma la posibilidad de cambiar de opinión cuando hace falta. Sigo una especie de instinto, quizá de mi parte más animal, quizá es algo espiritual. Me parece, aunque no estoy segura del todo, que no creo en fantasmas.

Tengo que hacer una precisión: yo no estoy chiflada, no desvarío excesivamente, trato de vivir la realidad que me ha tocado y tener la patas (perdón, los pies) bien pegaditos al suelo.

Cuando llega, es una respuesta que no es respuesta como tal. Es algo que se funde con el entorno, como una casualidad. A veces es instantánea y otras veces tarda un par de días. Pero es potente y clara. Cuando se produce, no me doy cuenta en el momento. A veces tardo un poco.

Pienso que quien responde puedo ser yo misma. Es una parte de mí que sabe. Pero también es algo misterioso.

La otra noche me di cuenta.

Hablé con mi hermana por teléfono y me estuvo insistiendo para que participe en Facebook. Le digo que no me gusta mucho, pero al rato me meto en su página porque me pica la curiosidad. Dice que ha puesto fotos de mis acuarelas y quiero verlas.

No encuentro las fotos (el Facebook es demasiado lioso para mí), pero sí encuentro lo que os he puesto en la entrada anterior. Y me doy cuenta de lo que es importante. Y por la noche, no puedo dormir, y me doy cuenta de que es una respuesta, una señal.

Me ha pasado otras dos veces últimamente: la primera estaba muy triste y se produjo casi en el momento. Estaba sola y en silencio y pensaba en una respuesta, y de pronto escuché una música, que parecía venir de alguna casa cercana, que me contestó.
Todo muy normal para cualquiera. Y muy misterioso para mí, que sabía lo que estaba pensando en ese preciso momento.

En otra ocasión, un objeto peculiar, que no debía estar donde lo encontré. Esa fue una respuesta muy contundente y que me asustó un poco.

Y entonces, pienso. Quizá estás aquí, leyendo las majaderías que yo escribo por algo que no es casualidad. Quizá encuentres respuestas o señales en algo que yo he puesto aquí sin darme cuenta y que a otra persona le pasa desapercibido, porque no es para ella, es sólo para ti.
Quizá no existe la casualidad. Quizá estamos en la misma bandada por algo más. Quizá porque yo tengo respuestas para ti y tu para mí.

En fin, que estas son cosas que se me ocurren a veces, y a lo mejor a ti también.

Gracias por estar ahí. Yo estoy aquí para lo que necesites.

domingo, 15 de noviembre de 2009

De gaviota para golondrina

Curioseando en la página de mi hermana M.J., he encontrado esto, que me emociona mucho porque es un recuerdo común, a quien nos dio y nos dejó tantísimo AMOR.

El regalo de una gaviota a una golondrina. Así somos, hermana, pájaros distintos, pero que aprenden y luchan, en la luz y en la oscuridad, porque ese es el sentido, porque así nos lo enseñaron a las dos. Te quiero



Y esta es otra parte

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Haizea



Niña preciosa del aire
para encontrarte
ella fue a buscar la rosa de los vientos.
y recorrió durante mucho tiempo
caminos de piedra dura.

Viento que puede
viento que golpea
viento que se lleva las palabras
que envuelve,
que enreda.

Viento que saca las lagrimas
que labra curiosas formas
que a veces confunde
y a veces aclara.
Y borra las nubes.

Viento que lleva flores,
que trae la lluvia,
que hace susurrar las ramas.
Viento que da miedo,
que hace la espera callada.

Y por fin
viento a favor
viento que ayuda
viento que arrastra los sueños.

Viento de golondrina
que se deja mecer
locamente enamorada
del viento de poniente que acaricia
del viento que alivia y que sana
del viento que se hace brisa
y devuelve la vida.
Y canta.

El viento puede
el viento viene
el viento empuja…

No olvides niña del aire
que el primer y más bello sonido
en esta tierra tan árida
fue el del viento de tu nombre,
puro viento,
y luego calma.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Luna Llena de Noviembre


Esta noche otra vez
encendemos nuestra vela
para pedir.
No puedo concentrarme
no encuentro las palabras
solo miro la luna
hipnotizada.

Cierro los ojos, bien apretados:

luna de china
luna de sardina
luna de golondrina
luna de agua
luna de escarcha
luna de cristal
luna de noviembre
luna gigante
luna extravagante
luna de lunes
luna de costumbre
luna de plata
luna de mis gatas.

Esta noche solo tengo ganas
de vagabundear…
Jugamos al escondite
y sé que te escondes detrás del árbol.

Pasa una nube y todo lo tapa
y ahora si que no veo nada
y me quedo quieta escuchando
un rato…
hasta que oigo pasitos
que pisan las hojas
que ya se cayeron.
Y esa risita…

Se ha ido la nube:
luna en cielo abierto.

Y pregunta :¿qué buscas?

Amor verdadero… amor sin sentido,
amor de quien no conozco, amor de mi vida,
amor de quien se hace esperar,
amor de quien no sé si vendrá…

¡Te lo cambio por un beso!

¡Mamá! ¿nos metemos ya en casa?
Sí cariño, ya seguimos jugando mañana…