El Club del rayito de sol

Esta mañana he encontrado esta carta que alguien ha metido por debajo de la puerta...

Estimado Señor o Señora Yàn Lee:

Nos complace presentarle nuestro Club “el rayito de sol”, una asociación exclusiva, pensada para personas especiales como usted.

Después de numerosos estudios de mercado y profundas deliberaciones de nuestros más distinguidos miembros, ha sido usted seleccionado entre millones de personas como aspirante para entrar a formar parte de nuestro glorioso y selecto club.

El club del rayito de sol fue fundado en tiempos inmemorables por nuestros antepasados más ilustres.

El objetivo fundamental de nuestros asociados es perseguir el rayito de sol y disfrutar de él al máximo. Se trata de seguir, moviendo el cuerpo de forma lenta y casi inapreciable, el movimiento y trayectoria natural del rayito de sol hasta que se extinga.

Este honorable objetivo se puede llevar a cabo tumbado en la cama o sofá de un humano, cuando el rayito en cuestión se cuela entre las cortinas de una ventana o el quicio de una puerta, aunque muchos de nuestros mejores miembros en todo el planeta, que carecen de estos prácticos elementos (y de muchos otros), lo consiguen en los más variados lugares y posiciones.

No creemos necesario, por ser “vox populi”, explicarle las innumerables ventajas que nuestra loable actividad reporta, tanto para la salud como para la psique.

Sin embargo, sí nos vemos en la obligación de comentarle que es una actividad que, por la enorme satisfacción que produce, no podrá dejar de practicar una vez iniciada, ni de día, bajo los potentes rayos del astro solar, ni de noche, bajo los más suaves y embrujadores rayos de la luna.

Aprovechamos esta misiva para comentarle que existen determinados miembros de nuestro colectivo que practican también con los rayos de la luz eléctrica.

Esto no es el objetivo de nuestro club, y ha ocasionado gran polémica en las reuniones periódicas que mantienen nuestros comités de barrio.

Sin embargo, y tras intensas deliberaciones, hemos tomado la decisión de aprobar dicha modalidad debido al entusiasmo que despierta, fundamentalmente en nuestros miembros más jóvenes.

Sólo existe una condición para pertenecer a nuestro ya afamado club: saber disfrutar de cada segundo de nuestras siete vidas de forma independiente, sin fanatismos ideológicos.

Por todo ello hemos pensado en usted, ya que creemos que tiene esas cualidades imprescindibles para acceder a todo un mundo de bienestar.

Esperamos que tenga a bien nuestra honorable propuesta y que se una a nosotros en el plazo más breve posible.

Le recuerdo que todo son ventajas y que le estamos esperando.
Sin más por el momento, reciba un cordial saludo.

Fdo.


P.D. Para hacer más fácil su decisión de incorporarse a nuestro club, le adjunto imágenes de algunos de nuestros miembros practicando la actividad.