miércoles, 18 de febrero de 2009

Escolopendras, naranjas, leche caliente y “La Caja”

Desde hace unas semanas echan un programa en la tele (creo que en Tele5) que se llama “La Caja”.

A mi no me gustan mucho este tipo de programas, pero como soy noctámbula y me cuesta irme a la cama y dormirme como la buena chica que soy, pues ha coincidido que he visto algún trozo un par de veces y me ha dado que pensar.

(En otra ocasión podríamos hablar de gustos televisivos, aunque yo tengo que reconocer que tengo buenas tragaderas y a veces me quedo fascinada viendo las cosas mas peregrinas...) (Sí, me da un poco de vergüenza reconocerlo.)

Bueno, se supone que la gente va a ese programa a solucionar sus angustias y sus fobias.
Les meten en un espacio cerrado, como una caja grande, y les proyectan imágenes de su vida y relacionadas con su problema psicológico.

El caso es que en el trozo que vi ayer había una chica que tenía fobia a los petardos. Y hace unas semanas había otra que tenía fobia a las aves y una tercera que tenía fobia a las cucarachas.

La terapia, entre otras cosas, consistia en lo siguiente:

A la de los petardos le aparecían dos niños que la petardeaban, a la de las aves le metían un pájaro en la caja (creo una paloma), y a la de las cucarachas le proyectaban imágenes de cucarachas gigantes.
(No veas qué gritos pegaban las pobres....tuve que bajar el volumen de la tele para no despertar a nadie)

Lo curioso es que cuando salían de la Caja al final del programa, decían que estaban mucho mejor. (Bueno, para ser sincera no vi como terminaba la de los petardos, aunque desde aquí le deseo lo mejor).

El caso es que parece ser que las Fobias se deben a algún trauma, preferentemente ocasionado en la infancia. Pero tampoco es tan sencillo como eso: si algo nos ha dolido, como seres humanos retorcidos que somos, en vez de achacarlo a la fuente de nuestro dolor, le echamos la culpa a otra cosa que no tiene nada que ver.

Yo tengo tres fobias:

1. El olor de las naranjas y las mandarinas. No lo soporto desde que tengo memoria. Si alguien las come a mi lado, me pongo malísima y me dan arcadas (no pego alaridos ni nada de eso, y por educación me suelo quedar callada, pero a la mínima oportunidad salgo huyendo despavorida)

Seguro que es por algún problema infantil.(Como tuve unos cuantos no sé a cual de ellos le debo el “regalito”)

2. El olor de la leche caliente. Puajjj (esta fobia es más reciente, y yo creo que más que fobia es que simplemente me da asco).

Y la tercera (me tiemblan hasta las piernas). Mirad:



Bueno ya está. He sido capaz. Ya está hecho.

Esto es una ESCOLOPENDRA, y muerde. En algunos sitios les llaman ciempiés, pero vamos, nada que ver con los simpáticos animalitos de dibujos para colorear....

Una vez me picó una en el brazo y todavía tengo la cicatriz. Son muy agresivas, y como vivo en una zona campestre las hay a mogollón. Son muy rápidas y muy duras, y las hay de muchos tamaños y colores.
Mis gatas las cazan. Mi marido se las carga sin piedad. Y yo parece que las atraigo.

No sabía si me iba a atrever a ponerla aquí, entre mis cosas queridas, pero siguiendo la filosofia de “La Caja”, ESTO ES TERAPIA.

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