martes, 12 de mayo de 2009

Para MJ: un puñado de recuerdos

Hablando por teléfono hace unos días con mi hermana MJ, me preguntó cómo era posible que yo me acordara de tantas cosas de nuestra infancia.

Ella es la mayor, pero sólo nos llevamos 14 meses.

MJ dice que casi no tiene recuerdos, como si hubiera nacido debajo de una col.

A mí en cambio los recuerdos me asaltan continuamente y en los momentos más inoportunos.

Hermana, aquí va un puñadito pequeño de recuerdos para que los guardes bien. Sabes que ahora no tengo muchas cosas para darte, a veces me siento como un campo yermo y vacío, y lo lleno todo de recuerdos para salir adelante. Soy un recuerdo andante. Y la mayoría de mis recuerdos son inútiles, solo valen para pasar el rato (bueno o malo)...

¿Te acuerdas de nuestro número de teléfono? Yo sí: 252 02 87

¿Te acuerdas de sor gabriela? Era una monja muy requetevieja y que siempre sonreía. Creo que despachaba los bollos en el colegio cuando éramos pequeñas. A mí me gustaban las trenzas y los suizos. Y en la panadería de enfrente de casa los Donuts que traían cromos de perros. Y de mariposas. ¡Qué bonitas eran!...bueno, ahora estoy a régimen, como casi siempre, y acordarme de los bollos me está haciendo sufrir, así que corto rápido con este recuerdo.

Me acuerdo de la droguería de enfrente de casa. Él era calvo y con bigote y se llamaba Mariano, y ella, era muy blanca y llevaba los ojos pintados de azul, como yo ahora. Y de Acisclo y su mujer. Y de Juanito el de la bodega. Y del señor albino del estanco, que era antipático y nos daba miedo.

Me acuerdo cuando nos llevaban al Jarama, que todavía era un río. Y cuando montábamos en bici en la explanada de Santa Eugenia (que todavía no existía y ahora es un barrio enorme). Tu bici era una BH naranja y blanca y la mía azul. Nos las guardaba Rosita en su terraza. Y también montábamos en bici en el paseo de coches del Retiro. Tú lo hacías muy bien. Yo me iba dando contra todos los árboles. También me acuerdo de la Casa de Fieras, y de un pobre mono con el culo pelao que vivía entre los barrotes.

Y me acuerdo de los collares de estrellitas para sopa que hilábamos incansables.
Era lo más importante del mundo.



Y me acuerdo de papá y sus abrazos. Y de sus manos y del olor de su colonia. Y de que fumaba Ducados. Y sobre todo de que nos quería más que a nada.

Me acuerdo de los cines del barrio, del Capri y del Granada. Y de las películas que veíamos. Y del cine Sevilla, que estaba un poco mas abajo y olía a desinfectante. Y a mi me gustaba.

Me acuerdo de los yoyos de Fanta, los naranjas y blancos, que nos hacían ilusión porque eran de categoría profesional. Y de las bolas locas esas, las que hacías “¡tacatacata...! “ y te saltabas un ojo por menos de un pimiento...

Y de Dulcelandia, la tienda de chuches que había al lado del cole. (qué listos, poner el negocio al lado de un colegio...)

Y de las veces que jugábamos a la goma en la terraza de tu amiga Belén de la F.

Y del armario empotrado que teníamos en nuestra habitación. Aquellas odiosas puertas correderas que no corrían y siempre se quedaban encajadas o se nos caían encima...

Y de los “Festivales” que hacían en el colegio todos los años. Y de una de tu clase que se llamaba Silvia y tenía muchas pecas, y que hizo de la hija en “La casa de Bernarda Alba”.

Y de la profesora de ballet, y la barra, y cómo nos abríamos de piernas hasta quedarnos espatarradas. Y que yo no me sabía atar los cordones de los zapatos (creo que todavía no he aprendido).

Y mamá te ponía en el libro algo tan cursi como esto:

“Este libro, si se pierde,
como puede suceder,
no es de un pobre ni de un rico
ni tampoco de un marqués
es de una niña muy guapa
que se llama María José”

Y tú, cuando dibujabas un niño o niña, les hacías sin cuello.

Y me acuerdo mucho de los odiados verdugos que mamá nos ponía en invierno para que no cogiéramos frío.

Y de unas boinas escocesas que picaban como el demonio. ¡qué puñetera manía de ponerles a los niños gorros en la cabeza!

Mira, aquí estamos las dos con verdugo y con la famosa autora de la peor “porrusalda” del mundo…

Y en esta otra estamos otra vez las dos. (yo ya me he quitado el gorro y lo llevo “cuidadosamente” en la mano, no vaya a ser que se pierda... )

Tu decías a todo que sí y luego hacías lo que te daba la gana. Te escaqueabas cuando te tocaba a ti fregar los platos.

Yo era bruta, rebelde, cabezota y decía palabrotas.

Me acuerdo de Yolanda G. G., con las rodillas siempre ensangrentadas y llenas de mugre. Y su hermano Modesto. Y su padre que era igualito que Juanjo Menéndez.

Y cuando te caíste por las escaleras y te rompiste la pierna y llorabas.....y mamá se puso inmediatamente a limpiar el polvo (extrañas reacciones de ansiedad maternal).

Y cuando me fui de pellas y me rompí el brazo patinando y dije que me había caído por la cuesta del instituto....y tu te chivaste a mamá en un probador de El Corte Inglés.

Bueno, cambio y corto, que ya está bien por hoy y voy a aburrir hasta a las ovejas, aunque esto es una millonésima parte de lo que tengo aquí guardado en mi cabezota.

Guarda todo esto bien, como hago yo, y cuando necesites distraerte sacas algo de la chistera....

5 comentarios:

  1. Bueno, pues como casi siempre, la mitad del tiempo que paso en tu blog me lo paso llorando a moco y baba... Por algo será.
    Pero también me he reído... No me acordaba de algunas cosas (por ejemplo de lo de las bicis en casa de Rosita) pero sí de las otras... Esa foto de papá me ha hecho llorar. Y también la de mamá...
    Ya me gustaría que siguieras escribiendo todos esos recuerdos. Aquí o donde quieras. Me ayudaría mucho.
    Gracias hermanita querida. Te quiero.
    MJ

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  2. Ya sé que los recuerdos eran para tu hermana, pero aparte de compartir algunos, me parece una entrada preciosa.
    Un beso

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  3. jo cómo me has emocionado, yo tampoco tengo muchos recuerdos, retazos apenas...pero me has animado a rescatar y rascar, que en algún lugar estarán, y es tan hermoso revivirlos.
    Besitos y adelante.

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  4. MJ: además de nacer debajo de una col te pasas la vida llorando.¡y eso que sólo he puesto algunos recuerdos felices!...anda que si llego a poner de los que hacen llorar de verdad (que los tengo también pero encerrados con siete llaves...)
    No seas abusona, ahora te toca a tí sacar los tuyos a pasear, yo solo te he dado la entradilla y aquí tengo muchas otras cosas que contar.

    Mar: Aunque esta entrada está dedicada a MJ, la pongo aquí porque me gusta compartirla contigo también. Y en realidad, este Blog es para mi golondrinilla, que seguro que cuando esté aqui pasará de los recuerdos de su madre y me dirá que son cosas de viejas. Qué vamos a hacer, la vida es así. Eres un cielo, siempre me alegro mucho cuando veo que has leido algo de lo que he escrito. Lo agradezco enormemente. Un beso.

    Lola: rasca y rebusca, que esos recuerdos pequeñitos son importantes también y a veces evitarán que te pierdas. Son como las miguitas de pan del cuento, que vamos echando por el camino para saber por dónde ya hemos pasado.

    Todo mi amor para vosotras y para las niñas que fuisteis. Las niñas que fuimos, y que están por ahí, dentro de nuestras cabezas, muy atentas a lo que hacemos y con ganas de que las quieran y las recuerden un poco...

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  5. Gracias, Yàn!! Pásate por mi blog, xfa!!
    http://mipequeesperaenchina.blogspot.com/

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